Mirtha Legrand acusa a su empleada doméstica. Se luce en La
dueña, es la nueva estrella de Telefe y Tinelli quiere competir con ella. Pero
la ex reina de los almuerzos está preocupada. Desconfía de su entorno por la
desaparición de sus alhajas, valuadas en tres millones de pesos.
Los 30 puntos de rating logrados por el unitario de Telefe
La dueña en el debut es la mejor noticia que pudo recibir Mirtha Legrand en los
últimos días. Hay otra noticia que en lugar de alegrarla, la desvela: la causa
judicial que investiga el robo que sufrió la madrugada del 5 de diciembre de
2010 en su piso de Avenida del Libertador al 2800 tomó un vuelco inesperado. La
diva cree que ese asalto fue organizado por su mucama. Y la Justicia sospecha
que alguien de su entorno la traicionó.
EG tuvo acceso a la investigación judicial del robo, que
pasó de la carátula de “NN, sobre robo con armas” a “Orlando Jiménez”, en la
cual no sólo aparecen como sospechosos la mucama, Lina Rosa Díaz (más conocida
como Rosita), su actual pareja Jorge Petrak y su hijo Jiménez, sino que además
se incorpora la posibilidad de la participación en el ilícito de “algún
integrante del círculo íntimo” de Mirtha.
Una semana antes del estreno de La dueña estalló el
escándalo. Por medio de una carta documento fechada el 11 de abril, Lina Rosa
Díaz intimó a Mirtha para que regularizara su estado laboral. En ella reclamó
800 mil pesos por los más de 20 años en los que supuestamente la diva la habría
hecho trabajar en negro. Casualmente, el día anterior a la intimación, el
abogado laboral de la empleada doméstica, Hugo Icazati, había tenido acceso a
la causa en la que se investiga el robo de las joyas, en la cual Lina y su
familia están en la mira de la fiscal Elsa Areu Franco.
El proceso judicial consta de cinco cuerpos en los cuales
hay desde escuchas telefónicas y documentación secuestrada el día que allanaron
la casa en la que vive Lina en Florencio Varela hasta la declaración original
de la denunciante, en la que asegura haber trabajado para el programa. “Hace 20
años que trabajo en el programa de televisión con la señora Mirtha Legrand y
cuatro que voy a la casa (…)”, declaró ante la Justicia el 27 de diciembre de
2010. Pero lo que llamó la atención a la fiscal fue cuando aseguró que “la
señora Mirtha ‘es una señora’ de verdad, con todas las letras, ‘peca de ilusa’
(…)”.
Días antes de que Lina intime a Mirtha, la Justicia allanó
la casa de la mucama, que dice ganar cuatro mil pesos mensuales. Allí
encontraron estuches de joyas y hasta documentación, entre los que había
recibos de pagos mensuales por 3.700 pesos de un auto cero kilómetro y de un
giro de 10 mil dólares a nombre de Orlando Aníbal Jiménez. Lina negó conocer al
titular de esos documentos, pero la Policía Federal descubrió que Jiménez es
uno de los dos hijos de su primer matrimonio.
El hombre que cambió la carátula de la investigación vive en
Buenos Aires y viaja seguido a Paraguay y, a pesar de la negación inicial de la
mucama, de las escuchas telefónicas se desprende una relación fluida entre
Lina, Jorge Petrak y Orlando Jiménez. Por tal motivo, la fiscal ya realizó dos
pedidos de indagatoria, pero hasta ahora el juez subrogante Rodolfo Cresseri no
les dio a lugar. “Tanto Jorge Petrak como Orlando Jiménez tuvieron alguna
participación (en el robo) o podrían estar encubriendo un hecho ilícito, ya que
es un indicio la conversación donde Jiménez pone en conocimiento a Petrak de un
hecho donde un tercero se hizo de tres millones de pesos, al poco tiempo del
hecho (robo de las joyas)”, justifica la fiscal en el último pedido de indagatoria,
el 14 de noviembre de 2011. El llamado al que se refiere fue realizado entre
Jiménez y Petrak, y este último utilizó el celular de Lina.
La Justicia no sólo reveló la relación entre Lina y Jiménez.
También descubrió 32 chips de celulares que él utiliza para comunicarse y
facturas por un servicio de una empresa de rastreo satelital de vehículos a
nombre de Jiménez, cuando éste no tenía ningún auto a su nombre.
El robo
Elba y Elvira fueron durante muchos años los ángeles de la
guarda de la Chiqui. Cuando Elba enfermó, Elvira cuidaba a ambas mujeres hasta
que por pedido de ella misma Mirtha decidió internar en un geriátrico de alto
nivel a Elba: paga cerca de 17 mil pesos mensuales. Fue con la partida de Elba
que Lina llegó a la casa de la diva, a pedido de la producción del programa
Almorzando con Mirtha Legrand. Según sus propias declaraciones, Lina comenzó a
ir los jueves y los domingos a la casa de Mirtha, los días que Elvira tomaba
sus francos.
La madrugada del 5 de diciembre de 2010, tres hombres
armados, encapuchados y con linternas redujeron al custodio del edificio,
Francisco Vega, y entraron al cuarto piso del edificio, al departamento de
Mirtha. A oscuras, ingresaron en el dormitorio principal de la diva y fueron directamente al placar donde estaba la
caja fuerte. Del lugar se llevaron anteojos de sol, polveras y pañuelos con las
iniciales ML y la caja fuerte de un metro de alto, igual profundidad y 70 cm de
ancho, en la que estaban las joyas, 20 mil dólares y 500 mil pesos, aproximadamente.
Si bien Mirtha de había desentendido de la investigación, la
Justicia siguió su curso y en la actualidad tiene a la mucama que denunció a la
diva como una de los sospechosos de, al menos, haber participado del robo. Fue
una de las históricas mucamas, Elvira, la que complicó a Lina. “Lina sí posee
llaves (…)”, declaró ante la Justicia (fojas 123/127). La fiscal entiende que
“el robo, no fue ‘al azar’, ya que las personas que ingresaron al departamento
tenían conocimiento de la caja de seguridad. Ingresaron con la llave que le fue
facilitada por algún integrante del círculo íntimo de Martínez Suárez (Mirtha
Legrand).”
El abogado de la diva, Mauricio D’alessandro, consiguió una
medida cautelar en la que se le exige a Lina no mencionar a Mirtha en las notas.
Lo aprobó por el juzgado Nacional en lo Civil Nº 94, y firmada por la jueza
Cecilia Yolanda Federico. Lina no quiso hablar con EG. Tampoco volvió a hablar
de “La dueña”.
Llamados misteriosos
Los llamados misteriosos suelen ser un clásico de las
películas de suspenso, aunque algunas veces suelen darse en la vida real. A los
pocos días del robo de las millonarias joyas de Mirtha Legrand, la hija de La
dueña, Marcela Tinayre, recibió algunos llamados anónimos en los que una voz
masculina le indicaba el lugar en el que podían estar las joyas robadas. Así
fue que la Justicia fue hasta una joyería en la provincia de Entre Ríos, pero
no encontró nada. El llamado que hoy ven con otros ojos los investigadores fue
uno que indicaba que las joyas estaban en Flores, en la calle Yerbal al 2000.
Cuando la policía llegó al lugar encontró un templo evangélico y se retiraron
resignados. En la actualidad, de la investigación se desprende la religión a la
que hacen culto Lina Rosa Díaz (la empleada doméstica de Mirtha) y su hijo
Orlando Aníbal Jiménez: ambos son evangelistas.
“Una vez le robé a la diva de los almuerzos”
No hay muchos ladrones que se jacten de sus golpes. Suelen
ocultar sus robos y casi siempre se presentan como inocentes. No es el caso de
Luis Mario Vitette Sellanes (foto), el ladrón uruguayo que se hizo famoso por
ser uno de los supuestos miembros de la banda que robó al menos 15 millones de
dólares del banco Río de Acassuso el 13 de enero de 2006. Pero antes, en 1998,
Vitette cometió otro asalto mediático: le robó joyas y dinero bajo la modalidad
de Hombre Araña. “Una vez le robé a la diva de los almuerzos. Sentí mucha
adrenalina. De ese robo me hago cargo”, confesó Vitette a EG.
Mirtha sufrió otros robos. Hace unos años le robaron 600 mil
pesos de su casa. En ese momento dijo que ponía las manos en el fuego por su
entorno. A los investigadores les llamó la atención que los ladrones no hayan
forzado la puerta. Sospechaban que un conocido de la conductora y actriz le
haya facilitado la entrada. Para los delincuentes, Mirtha es una víctima de
siempre. Sin embargo, muchas joyerías siguieron confiando en ella y la
eligieron como la cara de varias publicidades.
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