domingo, 27 de mayo de 2012

EL ROBO DE LAS JOYAS DE LA ABUELA


Mirtha Legrand acusa a su empleada doméstica. Se luce en La dueña, es la nueva estrella de Telefe y Tinelli quiere competir con ella. Pero la ex reina de los almuerzos está preocupada. Desconfía de su entorno por la desaparición de sus alhajas, valuadas en tres millones de pesos.


Los 30 puntos de rating logrados por el unitario de Telefe La dueña en el debut es la mejor noticia que pudo recibir Mirtha Legrand en los últimos días. Hay otra noticia que en lugar de alegrarla, la desvela: la causa judicial que investiga el robo que sufrió la madrugada del 5 de diciembre de 2010 en su piso de Avenida del Libertador al 2800 tomó un vuelco inesperado. La diva cree que ese asalto fue organizado por su mucama. Y la Justicia sospecha que alguien de su entorno la traicionó.

EG tuvo acceso a la investigación judicial del robo, que pasó de la carátula de “NN, sobre robo con armas” a “Orlando Jiménez”, en la cual no sólo aparecen como sospechosos la mucama, Lina Rosa Díaz (más conocida como Rosita), su actual pareja Jorge Petrak y su hijo Jiménez, sino que además se incorpora la posibilidad de la participación en el ilícito de “algún integrante del círculo íntimo” de Mirtha.

Una semana antes del estreno de La dueña estalló el escándalo. Por medio de una carta documento fechada el 11 de abril, Lina Rosa Díaz intimó a Mirtha para que regularizara su estado laboral. En ella reclamó 800 mil pesos por los más de 20 años en los que supuestamente la diva la habría hecho trabajar en negro. Casualmente, el día anterior a la intimación, el abogado laboral de la empleada doméstica, Hugo Icazati, había tenido acceso a la causa en la que se investiga el robo de las joyas, en la cual Lina y su familia están en la mira de la fiscal Elsa Areu Franco.

El proceso judicial consta de cinco cuerpos en los cuales hay desde escuchas telefónicas y documentación secuestrada el día que allanaron la casa en la que vive Lina en Florencio Varela hasta la declaración original de la denunciante, en la que asegura haber trabajado para el programa. “Hace 20 años que trabajo en el programa de televisión con la señora Mirtha Legrand y cuatro que voy a la casa (…)”, declaró ante la Justicia el 27 de diciembre de 2010. Pero lo que llamó la atención a la fiscal fue cuando aseguró que “la señora Mirtha ‘es una señora’ de verdad, con todas las letras, ‘peca de ilusa’ (…)”.

Días antes de que Lina intime a Mirtha, la Justicia allanó la casa de la mucama, que dice ganar cuatro mil pesos mensuales. Allí encontraron estuches de joyas y hasta documentación, entre los que había recibos de pagos mensuales por 3.700 pesos de un auto cero kilómetro y de un giro de 10 mil dólares a nombre de Orlando Aníbal Jiménez. Lina negó conocer al titular de esos documentos, pero la Policía Federal descubrió que Jiménez es uno de los dos hijos de su primer matrimonio.

El hombre que cambió la carátula de la investigación vive en Buenos Aires y viaja seguido a Paraguay y, a pesar de la negación inicial de la mucama, de las escuchas telefónicas se desprende una relación fluida entre Lina, Jorge Petrak y Orlando Jiménez. Por tal motivo, la fiscal ya realizó dos pedidos de indagatoria, pero hasta ahora el juez subrogante Rodolfo Cresseri no les dio a lugar. “Tanto Jorge Petrak como Orlando Jiménez tuvieron alguna participación (en el robo) o podrían estar encubriendo un hecho ilícito, ya que es un indicio la conversación donde Jiménez pone en conocimiento a Petrak de un hecho donde un tercero se hizo de tres millones de pesos, al poco tiempo del hecho (robo de las joyas)”, justifica la fiscal en el último pedido de indagatoria, el 14 de noviembre de 2011. El llamado al que se refiere fue realizado entre Jiménez y Petrak, y este último utilizó el celular de Lina.

La Justicia no sólo reveló la relación entre Lina y Jiménez. También descubrió 32 chips de celulares que él utiliza para comunicarse y facturas por un servicio de una empresa de rastreo satelital de vehículos a nombre de Jiménez, cuando éste no tenía ningún auto a su nombre.

El robo

Elba y Elvira fueron durante muchos años los ángeles de la guarda de la Chiqui. Cuando Elba enfermó, Elvira cuidaba a ambas mujeres hasta que por pedido de ella misma Mirtha decidió internar en un geriátrico de alto nivel a Elba: paga cerca de 17 mil pesos mensuales. Fue con la partida de Elba que Lina llegó a la casa de la diva, a pedido de la producción del programa Almorzando con Mirtha Legrand. Según sus propias declaraciones, Lina comenzó a ir los jueves y los domingos a la casa de Mirtha, los días que Elvira tomaba sus francos.

La madrugada del 5 de diciembre de 2010, tres hombres armados, encapuchados y con linternas redujeron al custodio del edificio, Francisco Vega, y entraron al cuarto piso del edificio, al departamento de Mirtha. A oscuras, ingresaron en el dormitorio principal de la diva y  fueron directamente al placar donde estaba la caja fuerte. Del lugar se llevaron anteojos de sol, polveras y pañuelos con las iniciales ML y la caja fuerte de un metro de alto, igual profundidad y 70 cm de ancho, en la que estaban las joyas, 20 mil dólares y 500 mil pesos, aproximadamente.

Si bien Mirtha de había desentendido de la investigación, la Justicia siguió su curso y en la actualidad tiene a la mucama que denunció a la diva como una de los sospechosos de, al menos, haber participado del robo. Fue una de las históricas mucamas, Elvira, la que complicó a Lina. “Lina sí posee llaves (…)”, declaró ante la Justicia (fojas 123/127). La fiscal entiende que “el robo, no fue ‘al azar’, ya que las personas que ingresaron al departamento tenían conocimiento de la caja de seguridad. Ingresaron con la llave que le fue facilitada por algún integrante del círculo íntimo de Martínez Suárez (Mirtha Legrand).”

El abogado de la diva, Mauricio D’alessandro, consiguió una medida cautelar en la que se le exige a Lina no mencionar a Mirtha en las notas. Lo aprobó por el juzgado Nacional en lo Civil Nº 94, y firmada por la jueza Cecilia Yolanda Federico. Lina no quiso hablar con EG. Tampoco volvió a hablar de “La dueña”.




Llamados misteriosos

Los llamados misteriosos suelen ser un clásico de las películas de suspenso, aunque algunas veces suelen darse en la vida real. A los pocos días del robo de las millonarias joyas de Mirtha Legrand, la hija de La dueña, Marcela Tinayre, recibió algunos llamados anónimos en los que una voz masculina le indicaba el lugar en el que podían estar las joyas robadas. Así fue que la Justicia fue hasta una joyería en la provincia de Entre Ríos, pero no encontró nada. El llamado que hoy ven con otros ojos los investigadores fue uno que indicaba que las joyas estaban en Flores, en la calle Yerbal al 2000. Cuando la policía llegó al lugar encontró un templo evangélico y se retiraron resignados. En la actualidad, de la investigación se desprende la religión a la que hacen culto Lina Rosa Díaz (la empleada doméstica de Mirtha) y su hijo Orlando Aníbal Jiménez: ambos son evangelistas.




“Una vez le robé a la diva de los almuerzos”


No hay muchos ladrones que se jacten de sus golpes. Suelen ocultar sus robos y casi siempre se presentan como inocentes. No es el caso de Luis Mario Vitette Sellanes (foto), el ladrón uruguayo que se hizo famoso por ser uno de los supuestos miembros de la banda que robó al menos 15 millones de dólares del banco Río de Acassuso el 13 de enero de 2006. Pero antes, en 1998, Vitette cometió otro asalto mediático: le robó joyas y dinero bajo la modalidad de Hombre Araña. “Una vez le robé a la diva de los almuerzos. Sentí mucha adrenalina. De ese robo me hago cargo”, confesó Vitette a EG.

Mirtha sufrió otros robos. Hace unos años le robaron 600 mil pesos de su casa. En ese momento dijo que ponía las manos en el fuego por su entorno. A los investigadores les llamó la atención que los ladrones no hayan forzado la puerta. Sospechaban que un conocido de la conductora y actriz le haya facilitado la entrada. Para los delincuentes, Mirtha es una víctima de siempre. Sin embargo, muchas joyerías siguieron confiando en ella y la eligieron como la cara de varias publicidades.

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